La vida, anécdotas y estupideces de un creativo mexicano, con el ego de un argentino, que cocina pasta italiana, tiene un coche gringo, un radio japonés y que ama la música francesa. (Este espacio azul está muy grande y ya no se que escribir para llenarlo).



Dentista VS Gígolo judicial



Esta es una de esas historias de sobremesa que se cuentan en mi casa y que ahora comparto a todos ustedes...

Para los que no lo saben, mi padre es odontólogo, así que mientras ustedes se agarraban de los muebles, postes, autos y de todo lo que se pudieren agarrar para "no ir al dentista", su servidor crecía con el olor a "fluor" y "alginato" característico de los consultorios dentales, en lugar de agarrar los lápices de la oficina de papá, yo me divertía en el laboratorio haciendo modelos de dientes, muelas y puentes, con modelos de yeso que mi papá ya no usaba, para mí, el terrible sonido de la fresa, es sinónimo de mi papá.

La historia comienza cuando mi madre (odontóloga y recién casada también) trabajaba en el consultorio con él...
Y así como hay clientes desagradables en todas las profesiones, en el trabajo odontológico también hay un par de personajes que en su momento pueden hacer rabiar a cualquier C.D. pero que al final acaban siendo una anécdota chistosa...

El susodicho en cuestión, era un policía judicial IGUALITO a Mauricio Garcés, y que se creía él mismo la representación terrenal de Adonis mexicano, prepotente, exagerado y como todos los judiciales: armado...

Un día este Romeo setentero chilango, llegó acompañado de su "pareja" (no su novia, su pareja de la chamba) al consultorio del Dr. Oceguera, y con tremenda borrachera encima EXIGIENDO PISTOLA EN MANO -como era de esperarse-, que le atendieran un "dolorcito de muelas"... En estos casos, lo más prudente es hacer un huequito en la agenda, hacer "como que uno le hace algo", y citarlo para otro día en perfecta sobriedad... Y esa hubiese sido la historia, pero al personaje antes citado se le ocurrió -mientras estaba en al sala de espera- darle o quererle dar una "nalgadita" a mi mamá mientras le preguntaba: "a que hora lo iba a atender el Doc"... Mi jefa, conociendo al calibre de mi papá, decidió no hacer escándalo, pero para la mala suerte de "Don Mauricio", mi padrino Andrés (algo así como el hermano putativo de mi jefa y que trabajaba con ellos), lo alcanzó a ver, y ni tardo ni perezoso fué de volada con el chisme...

Me puedo imaginar la cara de mi papá mientras se iba poniendo colorado, colorado y comenzaba a "bufar" con el sonido característico de los Oceguera al encabronarnos...

Así que "despachó" rápido al paciente en turno e hizo pasar al gigoló alcoholizado al sillón de los acusados...

La dichosa muela solo estaba picada, pero sintiendo una sed insaciable de venganza marital, el Dr. Oceguera decidió informar que era "una pieza insalvable" y que había que extraerla E.C. osea EN CHINGA...

Pero ahí no acaba la historia, NO.... Ahí comienza la venganza... El Dr. en lugar de poner un cartucho de anestesia, llenó un cartucho con agua bi-destilada, así que a pesar de que el paciente asustado decía: "no mi doc, no siento que se me duerma", mi papá con su característica sonrisa pícara le contestaba algo como: "ya cabrón... no seas chillón"...

Y así comenzó la extracción más tardada (por voluntad médica) de la historia...

Dice mi madre, que eran tan fuertes los gritos, que hasta el amigo judicial entró a "ayudar" a mi papá, sosteniendo muy obedientemente las piernas de "su pareja"...

Resultado: Borrachera olvidada, muela extraída y un paciente perdido...

Doc: 1
Mauricio Garcés: 0

Etiquetas: ,

posted by Nacho @ 12:16 p.m.,

8 Comments:

At 12:32 a.m., Blogger Maricela said...

Mi regresión mental fué como de 29 años(cuantos verdad?) y esa anécdota que en ese momento fué de susto ahora me causó tal hilaridad que creo que se me quitó el sueño de recordar,los recién casados,a Andrés,a Adrián el consultorio y tantas otras cosas.Gracias

 
At 1:47 a.m., Blogger María said...

Qué buena anécdota. Aunque siendo fan de Mauricio Garcés me cuesta trabajo imaginar a un clon suyo desagradable. Como sea, es una de las historias de venganza más suculenta que he conocido... a eso le llamo justicia divina.
Abrazo

 
At 8:32 a.m., Blogger elisa said...

Chales, cuánta tortura aunque pensándolo bien, no sólo vengó la "nalgadita" sino seguramente unas cuantas "calentaditas" de esas que acostumbran llevar a cabo los judas. Y sí, justicia divina, eso fue. Buena anécdota, eh, me imaginé toditas las escenas.

 
At 3:43 p.m., Anonymous Anónimo said...

MI QUERIDO NACHO NO PUDE EVITAR IMAGINARME LA CARA DE PAPA OSO TOMANDO VENGANZA EN EL CONSULTORIO. QUE BUENA HISTORIA

 
At 12:42 p.m., Blogger ALEPHGIMEL said...

Tu historia está increible pero Sniff solo el recuerdo de ir con mi dentista me provoca en estos momentos un grrrrrr.... el canijo me provoco una septicemia al hacerme un mal trabajo sniffff

Saludos

 
At 5:04 p.m., Blogger DALUOCE said...

ajajajajaja esta de pelos sobre todo el escuhar a mi tio contar la historia de justicia divina. Tengo una sonrisa en mi cara gracias me alegraste el día

 
At 12:02 p.m., Blogger Edmundo Dantés said...

Genial la historia. No te extrañe que mucho tiempo después siga rondando por ahi en forma de leyenda urbana... Jajajaja. Muchas gracias por compartirla de esta forma tan interesante. Saludos!

 
At 5:07 p.m., Blogger Rafa said...

Buenísima Tachito ... se me hace que si fue justicia no solo para el padre, si no también para algunos otros a quien se las debía el garcesito este.

Saludos!

RMG

 

Publicar un comentario

<< Home