La vida, anécdotas y estupideces de un creativo mexicano, con el ego de un argentino, que cocina pasta italiana, tiene un coche gringo, un radio japonés y que ama la música francesa. (Este espacio azul está muy grande y ya no se que escribir para llenarlo).



Realmente duele


Hace un par de días, mientras estaba en la seguridad de un coche, "el cielo se estaba cayendo" y ví como una pareja salía del centro comercial en el que me encontraba caminando sin preocupaciones - o resignada a estar hechos una sopa -.

Recordé entonces cuando era un "pre-adolescente", y no me importaba caminar bajo la lluvia, de hecho, me gustaba... Así como también me gustaba saltarme a las casas abandonadas de los vecinos ( cuando uno está en esta etapa, por lo general utiliza estas "guaridas", para aprender a fumar, tomarse unas cervezas que "misteriosamente" desaparecían de casa de algún cuate, o ver e intercambiar pornografía...). Debo de reconocer que sentí nostalgia.

Nostalgia por esas cosas que dejan de ser un misterio y se llegan a convertir en el ajetreo diario, en algo sin importancia o en una simple rutina.

Recuerdo como me intrigaba el cuerpo de la mujer, su aún indecifrable anatomía, como anhelaba ir a trabajar para ser "mayor" y poderme "comprar lo que quisiera", el hecho de que no fueran por mí a la escuela, o que no me estubieran jorobando con que me tenía que acabar "toooda" la comida del plato, el clásico "estás muy chico para entenderlo", o mejor aún, el "búscalo en el diccionario", eran situaciones de "tooodos los días", y curiosamente cuando uno va creciendo, cuando dejan de ser de "tooodos los días", es ahí, cuando ves a unos chavos más chicos que tú, haciendo cualquiera de esas cosas, cuando los empiezas a extrañar.

LO RECONOZCO:

* Extraño el sazón y la compañia de mi madre cuando como unos tacos en la calle y solo como perro.

* Extraño el revoltijo de sentimientos (miedo-exitación-suspenso-incertidumbre-asombro) de las primeras relaciones sexuales.

* Extraño el poder de comprarte la tarjeta de video que tanto deseabas con tu primer quincena.

* Extraño el no pensar en las consecuencias de mis actos, y saber que siempre estarán papá y mamá para solucionar nuestras estupideces.

* Extraño las tareas (Aunque nunca las hiciera...).

* Extraño mi resortera y mi rifle de diábolos.

* Extraño levantar a mis papás para ver Chabelo.

* Extraño el salir con mis amigos a jugar foot-ball en la lluvia.

* Extraño sentirme profundamente "enamorado", -y aunque suene a viejito- ni siquiera saber lo que es eso.

* Extraño mi primera borrachera -aunque no extraño ni las crudas ni la pérdida de conciencia-.

Conclusión:

Realmente duele crecer.

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posted by Nacho @ 10:05 p.m.,

1 Comments:

At 5:14 p.m., Anonymous Anónimo said...

Mi querido Tachito,

Si así estás tu, qué me dejas a mi K? :) ... si te sirve de consuelo, te diré que criar hijos es como volver a crecer, pero ahora es a través de tus hijos.

Estoy embobado con mi hijo que está aprendiendo a ir al baño y que todavía le falla mas veces de las que le atina, me encanta que todavía se muere de emoción cuando vamos "al caballo" de los tragamonedas o incluso a su tan amado super. :)

Y con la mas pequeñita todavía peor, porque va creciendo rapidito y está dejando de ser una bebecita bien pronto, ayer su mamá le hizo un "molotito", pues ya le alcanza el cabello para eso.

Nanita, me estoy poniendo viejo!

Un abrazo! ... no estás solo :)
RMG

 

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